La vida en los mares del Norte
El Atlántico Norte y el Océano Ártico están llenos de vida, como gran recurso alimenticio que habitamos y del que nos preocupamos...
A pesar del frío y las arduas condiciones climáticas del Atlántico Norte y los Océanos Árticos, el mar rebosa vida. Bajo la superficie del agua, se despliega un entorno exuberante y la zona alberga una gran abundancia de recursos naturales.
En líneas generales, se conocen casi 1100 especies de peces en el Atlántico Norte y el Océano Ártico. Unas 600 son pelágicas, mientras que el resto son demersales. En el mar, solamente alrededor de Groenlandia, hay más de 250 especies de peces distintas, junto con mariscos, mejillones, 15 especies de ballenas y delfines y seis especies de focas y morsas.
Temperatura del agua
La característica de las especies que viven en las regiones del Atlántico Norte y el Ártico es que están bien adaptadas a condiciones climáticas adversas y temperaturas frías. Sin embargo, con el tiempo se producen pequeñas fluctuaciones de temperatura e incluso los cambios muy pequeños, por debajo de 1 ºC, tienen un gran impacto en el clima y en la vida marina.
En el nuevo milenio, el bacalao del Atlántico ha vuelto a las aguas groenlandesas en gran cantidad, debido al ligero aumento de la temperatura. Al mismo tiempo, poblaciones de camarones avanzan se dirigen hacia aguas más frías.
Gestión de la pesca
El Atlántico Norte y el Océano Ártico contribuyen aproximadamente con el 11 % de las capturas marítimas mundiales cada año. La captura total de estos océanos en 2012 fue de 10 millones de toneladas, de las cuales 8 millones fueron capturadas en el Atlántico Noreste (FAO 27) y 2 millones de toneladas fueron capturadas en el Atlántico Noroeste (FAO 21), incluido el Océano Ártico. A pesar del gran número de especies presentes en estas zonas, la pesca comercial actual se centra en relativamente pocas especies de renombre.
Un rasgo característico de la zona es que las pesquerías están bien supervisadas y reguladas, y se está trabajando para mejorar los datos y la gestión de las pesquerías que aún no han obtenido certificaciones de sostenibilidad, por ejemplo, del Consejo de Vigilancia Marina (MSC).
